¿Y si la vista más hermosa de Madagascar se convirtiera en su habitación?
Ubicadas frente a los acantilados sagrados de la reserva comunitaria de Anja, nuestras cinco suites junior ofrecen una experiencia rara: la elegancia de un alojamiento de alta gama, la calma absoluta de la naturaleza malgache y el privilegio de un confort moderno en el corazón de un territorio preservado..
Usted entra, y de repente todo se ralentiza. El suelo de hormigón pulido irradia una frescura suave. La luz se desliza sobre las cortinas de lino. Delante de usted, un ventanal enmarca un paisaje impresionante: las montañas graníticas de Anja, erguida como gigantes silenciosos..
En el interior, cada detalle cuenta una historia: la puerta tallada a mano, las lámparas de rafia trenzada, las fotografías en blanco y negro de los pueblos cercanos. Aquí, nada es decorativo, todo es intencional. La elegancia es sobria, la naturaleza omnipresente, y el silencio... raro. No es un hotel, ni una simple habitación. Es un lugar que calma. Un espacio pensado para permitirte respirar, detenerte, y quizás —por primera vez en mucho tiempo— no hacer nada..






Nuestras cinco suites junior son una respuesta simple a una demanda rara: dormir en un lugar aislado sin renunciar al confort. Aire acondicionado silencioso, ropa de cama de alta calidad, aislamiento de triple acristalamiento, autonomía total en energía y agua caliente... todo está ahí, sin compromisos..
Y mientras el sol se pone sobre los relieves ocres de la reserva, usted está instalado en su terraza privada, con un vaso en la mano, la mirada perdida en las palmeras y los techos de paja. Este momento no es un lujo: es justo, precioso, merecido. Cada noche pasada aquí apoya un proyecto solidario: el de un dispensario para las familias del pueblo de Ampitaha, el de un turismo responsable y profundamente humano..
Dormir aquí es viajar de otra manera — con sentido y con estilo.